Agosto de 2024.
Entre las tareas de EPM está orientar a esta filial hacia un modelo que le permita gestionar más que solo residuos. Desde SINPRO le ponemos la lupa a este tema.
Un hecho que puede parecer anecdótico evidencia una realidad contundente: las calles de Medellín se llenan de basuras al estarse volviendo una práctica ciudadana común, y no porque Emvarias haya disminuido sus rutas de barrido y recolección.
Cada vez se está produciendo más basura y la costumbre parece que es tirar todo aquello que se considera un desperdicio. Es decir, la cultura del reciclaje o la reutilización de residuos todavía es incipiente, tanto así que, del total de residuos generados, solo se recicla entre el 22% y el 28,4%, de acuerdo con la fuente que se consulte.
Colombia tiene un compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de llegar a unos niveles de aprovechamiento de residuos del 50% para el 2025 y el 70% para el 2030, lo que, con el panorama actual, parece poner a Medellín ante un reto poco probable de cumplir.
Tanto EPM como Emvarias coinciden en que los esfuerzos se deben enfocar hacia una estrategia diferente a llevar los residuos al relleno sanitario La Pradera, que se ha visto en problemas que, ante la mala gestión pasada, ocasionó la inadecuada disposición de los lixiviados (sustancias líquidas que circulan entre los residuos) y con ellos el desplazamiento de la masa de dichos residuos.
Pero si bien al relleno La Pradera hay que mantenerlo en uso por unos años más, la estrategia a poner en marcha indica que cada vez se debe llevar menos basura a éste y, por lo tanto, aprender a reducir lo que se desecha. La clave está en las tres erres: reducir, reciclar y reutilizar. El problema es que Medellín lleva 20 años tratando de aprender esa lección y aún no lo ha logrado.
“La economía circular implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido”.
Hacia un nuevo modelo
Lo que viene a continuación es poner en marcha el modelo de la economía circular que ofrece múltiples beneficios en la reducción de residuos al promover el diseño de productos duraderos y reutilizables, el reciclaje eficiente de materiales y la recuperación de recursos. Este enfoque disminuye la necesidad de extracción de materias primas, reduce la contaminación y minimiza la cantidad de residuos que terminan en los rellenos sanitarios.
EPM y su filial Emvarias se están reuniendo con diferentes actores ciudadanos para compartir el Modelo Territorial de la Gestión de Residuos basado en la economía circular. Este proyecto involucra a la Secretaría de Medio Ambiente de Medellín, pero también a cada persona que habita la ciudad y que en el Plan de Desarrollo Distrital 2024-2027 quedó registrado como “hay que cuidar mi metro cuadrado”, significando que cada uno es responsable de su entorno cercano.
Así que, manos a la obra, porque la economía circular y el futuro de las basuras es asunto de todos.
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