Tratar de blindar a EPM de la politiquería y las ganas del GEA y de otros grupos económicos y políticos por privatizarla.
Hace 15 años, con la inminente entrada de la politiquería a la empresa, se cernía una gran amenaza sobre EPM. Esa situación ponía en peligro lo construido durante 47 años por una de las instituciones más admiradas del país, que es además un claro ejemplo de que una empresa de carácter público está en la capacidad de prestar eficientemente sus servicios, hacerlo con sentido social y con un manejo adecuado de los recursos. En las Empresas Públicas de Medellín eso era posible gracias al rigor técnico de sus actuaciones.
Con el firme propósito de proteger los derechos y la estabilidad laboral de los profesionales de la empresa, a quienes también se dirigía esa amenaza; y para tratar de blindar a EPM del clientelismo y de las ganas por privatizarla que ya se veía en el GEA y en otros grupos económicos y políticos; el 10 de octubre de 2002, con 222 afiliados, nacimos como Sindicato de Profesionales de EPM, SINPROEEPPMM.
Posteriormente en el año 2008 y para cobijar en nuestro seno a los trabajadores de UNE tras la escisión del negocio de las telecomunicaciones de EPM, nos transformamos en sindicato de industria, bajo el nombre de SINPRO, el cual seguimos conservando.
Ahora que arribamos a nuestros primeros 15 años, es propicio hacer un balance de logros y oportunidades. Un balance que consideramos positivo teniendo en cuenta que, con base en nuestra forma de actuar, en nuestro lenguaje con altura y en la disposición permanente al disenso y al debate, hemos logrado llegar a más de 4.000 afiliados en EPM y en UNE EPM Telecomunicaciones S.A., incluidos quienes prestan sus servicios a través de Huawei.
Y en ese balance también encontramos alertas sobre el rumbo que han tomado nuestras empresas, lo que ha requerido de nuestra firmeza para pronunciarnos sobre la gestión de sus respectivas administraciones.
En SINPRO no inventamos ni cambiamos el sindicalismo, pero sí hemos hecho esfuerzos para contribuir con una visión más moderna y ajustada a las nuevas realidades laborales, sociales y económicas. Eso significa haber trascendido nuestra misión natural de defensa de los derechos laborales hacia acciones concretas para aportar a la sostenibilidad de las empresas y defender el patrimonio público, como herramientas para una distribución más equitativa de los recursos. Por eso adherimos en el año 2013 al Pacto Global de la Organización de Naciones Unidas, del que también hacen parte EPM y UNE. Fuimos el primer sindicato de Colombia en hacer parte de esa iniciativa mundial.
En estos tres lustros hemos sido testigos del crecimiento y transformación del Grupo EPM, de sus aportes al desarrollo local y regional, y de su ingreso al mercado internacional, que a nuestro juicio es desmedido y contrario a las buenas prácticas históricas de EPM.
También hemos luchado para evitar que se siga desangrando financiera y laboralmente a UNE, luego de la entrada a su administración de la multinacional Millicom (Tigo). Así mismo hemos logrado frenar la tercerización de varios procesos en UNE y de otros negocios similares al efectuado en octubre de 2016 con Huawei Technologies Managed Service Colombia S.A.S., que afectan el trabajo decente en nuestras empresas y en el país.
Hace varios años encendimos las alarmas desde SINPRO alertando sobre diferentes acciones que se adelantan en EPM y que parecen réplicas de procesos dados en UNE EPM Telecomunicaciones S.A. y que responden al apetito privatizador, sin alma y sin fronteras, que ha puesto sus ojos en estas dos empresas.
Para hacer frente a esas situaciones no hemos caminado en solitario. Con el respeto por el pensamiento y las posiciones institucionales, en varias acciones hemos aunado esfuerzos con otros sindicatos, con el CUS (Comité de Unidad Sindical del Grupo EPM y UNE), con organizaciones sociales y políticas, con académicos, con ex empleados de nuestras empresas y con gente del común, que han entendido la importancia de defender los derechos laborales y el patrimonio público, sin dejar a un lado el aporte a la sostenibilidad empresarial y a la recuperación del rumbo de EPM y de UNE, esta última con un pésimo clima laboral desde la llegada de la multinacional Millicom a su administración.
A pesar de esos panoramas en las dos empresas, miramos con optimismo el futuro. Para trabajar en él, en compañía de varios afiliados estamos realizando en un ejercicio estratégico y de prospectiva hacia el año 2030, que nos ha permitido ver nuestras fortalezas y trabajar en las oportunidades que se presentan día a día.
Ese trabajo nos muestra como un sindicato más sólido, que mantiene sus principios fundacionales y que comprende cada vez más las necesidades de los trabajadores. Estamos seguros de que tenemos un lugar en el futuro y que el modelo de sindicalismo que abrazamos en nuestros inicios es el que debemos mantener para conseguir las nuevas metas trazadas.
Nuestras responsabilidades como miembros de una organización sindical y como servidores públicos van más allá de defender nuestros derechos; tenemos el compromiso de custodiar el patrimonio público representado en EPM y en UNE.
En esos propósitos es fundamental que todos los trabajadores, las organizaciones sociales, los sindicatos y la comunidad, dueña del 100% de EPM, seamos aliados permanentes, porque como reza el proverbio: “Cuando las arañas se unen, pueden atar un león”.
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