Intervención SINPRO - Debate de control político a EPM - Sesión plenaria

Escrito por EditorSINPRO
Categoría: Noticias
Creado: Jueves, 28, Julio 2022 22:08
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olga

Hace 20 años, cuando padecíamos una administración que pretendía convertir a EPM en un fortín burocrático y caja menor… y mayor, creíamos que eso no se repetiría.

Pero ahora, con el silencio de su Junta Directiva, la actual administración de EPM ha realizado una serie de acciones que ponen en peligro los cimientos y la sostenibilidad de una empresa construida con gran esfuerzo durante 67 años, por un talento humano altamente calificado.

Se toman decisiones que ponen en riesgo permanente a EPM y parecen obedecer a intereses particulares y no a las necesidades de la empresa y la ciudad.  Ejemplos abundan: Afinia, la intención de cambio de objeto social, la demanda a los contratistas del proyecto Hidroituango, la propuesta de venta de UNE y el ataque permanente al talento humano, son muestra de ello.

 

Haberse metido en un negocio como Afinia, en lugar de aportar a la calidad del servicio de energía en la costa, ha convertido a esa filial en otro nido de burocracia y dudoso actuar.

Cuando las cosas marchaban bien en cabeza de una funcionaria con el ADN de EPM, se nombró a Javier Lastra como gerente, y con él una Junta de bolsillo del alcalde de Medellín. Un dato: desde la salida de la anterior gerente, el cumplimiento de metas bajó del 94 al 74%.

Cabe recordar que Lastra fue el agente liquidador de Electricaribe y perdió su investidura como concejal de Bogotá. Por transparencia -de la que es bastante ajena la actual administración de EPM-, JAMÁS debió nombrarse ese gerente, máxime cuando hay en juego un Plan de Inversiones de $4,4 billones.

Durante su administración, su asesora Diana Pernett, ha frenado varios procesos de contratación ya estructurados y se ampliaron algunos que venían incluso de Electricaribe, cambiando en algunos de ellos las condiciones contractuales.

Mientras nos concentramos en Hidroituango, en Afinia hacen y deshacen.

Hagamos ahora un breve repaso al proyecto Hidroituango…

Precisamente ese manejo, liderado por el Presidente de la Junta de EPM, la Junta y el gerente general, ha llevado el proyecto a situaciones de peligro.

Aunque ahora dicen que las unidades 1 y 2 operarán en octubre, desde SINPRO reiteramos las advertencias sobre los que se pondría en riesgo con nuevos retrasos, entre ellos, la sostenibilidad de EPM, los aportes a la Nación, Medellín y Antioquia, nuevas multas de la Creg, y la posibilidad que en pocos años el país pueda enfrentarse a un apagón, desabastecimiento y aumento de tarifas.

Por el bien del país y de EPM, queremos que el proyecto opere antes del 30 de noviembre. Para eso han trabajado, SIEMPRE Y con TRANSPARENCIA los más de 8.000 trabajadores de EPM y de los actuales contratistas, que deberían ser quienes los culminen, máxime cuando persiste la pretensión de hacer ajustes al proceso licitatorio, ampliado ya en dos ocasiones, lo que podría derivar en la adjudicación a empresas chinas como Sinohydro o Yellow Rivers.

 

Sobre la intención de vender las acciones en UNE no profundizaremos por ahora, pero dadas las recientes declaraciones del Alcalde y del gerente de EPM sobre el destino de esos recursos, que es diferente a lo dicho en este recinto, ratifica la desconfianza al respecto. En conclusión, quieren seguir haciendo fiesta con el patrimonio público, en este caso representado en UNE.

 

Hablemos ahora de lo que sucede con el talento humano de la empresa.

Siempre hemos pedido para EPM una estructura acorde a los principios institucionales y rigores técnicos, sin dejar grietas por las que puedan colarse la politiquería, la burocracia, el nepotismo, el amiguismo y la corrupción.  

Basta recordar el paso de 4 gerentes generales en 30 meses y en cabeza de quiénes reposan algunas vicepresidencias para dudar de esas premisas.

  • Un caso es Jonathan Villada en la vicepresidencia de Asuntos Legales, que venía del despacho del alcalde y con dudas del cumplimiento de todos los requisitos para posesionarse. Valga decir que reemplazó en ese cargo al también cuestionado Alexánder Sánchez.
  • Otro fue el nombramiento de una ingeniera civil como vicepresidente de Talento Humano, Juliana Carolina Zapata, cuyo gran mérito es haber trabajado con el gerente en Andesco y ser su amiga personal.
  • Luego se dieron los nombramientos de la Secretaria General, María Cristina Toro, y la vicepresidente de Comunicaciones, Mabel López, y de Finanzas e Inversiones, Martha Lucía Durán, que también ha trabajado por años con el gerente actual, y el del vicepresidente Nuevos Negocios, Innovación y Tecnología, Darío Amar, que dejan la gran sensación de estarse dando representación a cuotas políticas afines al gobierno de Medellín y al actual gerente general de EPM.
  • Importante hacer zoom al caso de la Vicepresidente de Comunicaciones, Mabel López, que no es secreto, que al igual que el VP de Suministros, Carlos Enrique Londoño, son cuotas del señor Luis Pérez.
  • Y resulta, por lo menos antiético y exótico, que una Vicepresidente, con un alto salario, ahora sea presentadora, óigase bien, presentadora en compañía del gerente de Comunicación Corporativa, de un programa de televisión para pasar en las pantallas de la empresa y por el canal Telemedellín, de donde viene, y que es la central de medios de EPM. Bonito ejemplo de transparencia.
  • Estos movimientos, la supresión de cargos esenciales y el cambio de denominación de otros, hacen parte de una reestructuración con la que la actual gerencia general, con la venia de la genuflexa Junta Directiva, crea más burocracia, paga favores y remueve o acosa a directivos que se han pronunciado sobre la pérdida de rigor técnico y los riesgos a que EPM ha sido abocada desde enero de 2020.
  • La cereza fue el arrinconamiento a la ingeniera Mónica Ruiz para sacarla del cargo de vicepresidente de Estrategia y Planeación, al ser incómoda para esta administración. Su salida, disfrazada de arreglo, deja un mal mensaje, por lo que podría ser una constante en cargos claves y con servidores que defienden a EPM y los ciudadanos.
  • De ese arrinconamiento, se dice al interior de EPM, hizo parte el Vicepresidente de Proyectos e Ingeniería, Gabriel Jaime Betancourt, que hoy parece cuidar sus intereses y no los de la empresa y la ciudad.
  • Ese arrinconamiento a funcionarios con ese ADN se da, por ejemplo, con la extraña celeridad de la Personería Medellín para sancionar al Vicepresidente Comercial, Juan Felipe Valencia, por un asunto que podría catalogarse menor al compararse con casos gravísimos de documentación y antecedentes de varios de los nuevos vicepresidentes y otros funcionarios traídos por esta administración.
  • Tal es la desconfianza de las actuaciones entre ellos mismos que, sin pudor, el Vicepresidente de Gestión de Negocios, Daniel Arango, aprovechó esa sanción temporal para encargarse de la Vicepresidencia Comercial, concentrando en él todas las decisiones de esa dependencia.

Tan grave como lo reseñado, son otras pretensiones de esta administración:

  • Buscan convertir a los vicepresidentes ejecutivos en trabajadores oficiales para atornillar en esos cargos a quienes ellos ven como sus cuotas en la empresa, lo que atenta contra el rigor técnico de EPM.
  • Vienen trabajando en lo que llaman Modelo de bandas salariales, enmarcado en el programa “sendas de productividad”, que busca minar la confianza de los trabajadores, especialmente de los profesionales en los que reposa gran parte del conocimiento de la empresa.

Señores, aunque haya intenciones de alimentar incertidumbres y llevar al talento humano de EPM a situaciones de desesperanza no lo van a lograr.

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Finalmente, queremos llamar la atención sobre dos temas en que debería profundizar el Concejo.

  • La transparencia del proceso de cambio de contratista, solicitado por el gerente general, y las condiciones del contrato para la alimentación del campamento de EPM en el proyecto Hidroituango, lo que ha generado quejas por posibles problemas de salubridad.
  • Y otro, relacionado con el presupuesto del alumbrado navideño de 2022 que supera en $5 mil millones el de 2021, puesto que se debería pagar más de un millón de dólares de uso de marca a Disney, dado que el motivo sería ENCANTO, un capricho que, se nos ha indicado, viene desde el piso 12 de la alcaldía.

Muchas gracias.