Como es costumbre de la actual administración de EPM, esta semana volvió a dejar dudas sobre sus pretensiones, al conocerse la implantación de nuevos cambios en la estructura de algunas dependencias.
Esta vez anunció una serie de rotaciones en varios cargos directivos, que como ha hecho en poco más de tres años, más que responder a las necesidades o a la rigurosidad histórica de EPM parece orientada a seguir agraviando al talento humano de la empresa, al trasladar a varios servidores lejos de áreas en las que, con conocimiento, experiencia y experticia, han aportado al crecimiento y a la sostenibilidad de EPM.
¿Buscan seguir arrinconando a quienes defienden el ADN institucional? ¿Están jugando a un plan B por si el Concejo de Medellín evita mayores desangres a EPM y no aprueba otros $330 mil millones en transferencias a esta alcaldía y apuntar a las áreas que más recursos posean para proyectos? ¿Buscan seguir desestimulando el sentido de pertenencia y afectar aún más el clima laboral?
Aunque alguna respuesta podría recaer en alguno de esos interrogantes, o en todos, como organización sindical responsable es nuestro deber alertar a todos los servidores de EPM sobre este tipo de pretensiones, en las que, probablemente, podrían verse involucrados en cadenas de decisiones y aprobaciones sobre las que se tendrá que responder a futuro, máxime que, quienes están en la primera línea de la estructura pronto saldrán de EPM, pero los demás servidores, los que llevamos puesta la camiseta auténtica e histórica de EPM, seguiremos prestando servicios a la empresa y llevar a los ciudadanos bienestar y progreso.
Si la pretensión es dejar a EPM con el coco vacío, es deber de cada servidor de EPM impedirlo con el trabajo riguroso y honesto de siempre.
SINPRO
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